miércoles, 25 de marzo de 2009

San Óculo Huracanado

Fue este señor de grandes bi-oculares y en edad avanzada quien se agarró al postmoderno como a un trofeo y propuso este rascacielos neoyorquino para la ATT con su gran óculo que rompía el frontón de remate.

Por lo menos, ande o no ande, caballo grande. Y ciertamente es grande, un rompecuellos, diría yo.


Luego vinieron todo tipo de torpes imitaciones...


... y por fin, tras los últimos vientos huracanados, he entendido para qué rayos servía el caprichoso óculo.

Y es que a veces, la arquitectura, da por el mismísimo óculo.

2 comentarios:

juan diez del corral dijo...

Luego te mando unos cuantos óculos para que hagas ejercicio con la entrepierna. Al del huracán ya le he dado en la del "misionero" y no se le ha caído ni la palmera (fino que es uno).

Carlos Zeballos dijo...

Muy simpático... me has hecho sonreir.
Un saludo.