En la ciudad de Santonas (hoy Saintes), en Aquitania, san Troyano, obispo (c. 550).
Estos son los datos del santo de hoy, patrono de los virus informáticos.
Por extensión, le voy a nombrar también patrono de otro virus de origen ya lejano en el tiempo y conocido perfectamente para el cual, curiosamente no hay farmaceútica que se ponga a crear una vacuna y erradicar el "bicho" (probablemente da más pasta la acción del virus que la venta del remedio).
Y no es otro que el virus de las obras.
Se le reconoce fácilmente, está en todos lados, no hace falta titulación para detectarlas.
Los síntomas más comunes son: no se necesitan, el resultado suele ser peor que el estado previo; se generarán nuevas obras al cabo de seis meses de su finalización, se repavimentarán en nueve, y cuando cambie de color el gobierno municipal se levantarán de nuevo echando pestes del anterior.
Dosis: sobredosis en vena, cuantas más, mejor.
Efectos secundarios: desesperación vecinal, vómitos, y basura. Mucha basura, de todo tipo, orgánica, propia de las obras, de patrimonio.
Véase un sencillo y céntrico ejemplo.
1 comentario:
Con aguas revueltas, ganancia de pescadores. Las obras a las que aludes aquí son las de la calle, pero paseando por allí este domingo tratando de no caerme vi que, aprovechando el jaleíllo, la casa del fondo que sale en tu foto acaba de desaparecer, je je je. A eso se le llama oportunidad.
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