domingo, 28 de diciembre de 2008

Saint Global

El otro día tuve una boda. Es verdad, no suelo usar traje habitualmente, pero oye, al verme en el espejo exclamé "¡si me parezco a Obama!"
Más tarde, en el convite, una buena amiga me certificó mi buena y democrática presencia, al solicitarme muy en serio que me presentara para alcalde.
Le estuve dando vueltas esa misma noche bajo los efectos del alcohol de la fiesta y el mareo de tanto baile y no llegué a ninguna conclusión.
Un par de días más tarde, tras analizar la crisis profesional y sobre todo tras ver este vídeo que circula por internet, lo tuve claro.
Me presentaré a Decano si tengo suficiente apoyo en los comentarios de este post.
La pelota está en vuestro tejado.
Yo traje ya tengo.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Por mis santos elves...



...Feliz Navidad!

http://elfyourself.jibjab.com/view/p5LOpDK0yifALN6p

(clickar aquí antes del 15 de enero de 2009, día de su caducidad y de San Mauro, San Pablo el Hermitaño, San Miqueas, San Efisio y Santa Secundina)

jueves, 18 de diciembre de 2008

Saantaa Klaaus

Kuidaado estaas fiestaas si vaais aa Kaan Kebastiáán, ke aa Saantaa Klaaus, se le estáán kaayendo las kaajaas empaaketaadaas kon los obsekios naavideños, komo estaa de laa foto, en laa plaayaa de Kros, justo encimaa del Kursaal.
Ké kosaa.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Santa Cecilia

El 22 de noviembre se conmemora su muerte y es patrona de la música, de los poetas y de los ciegos. Sus atributos son el órgano, el laúd y las rosas. En su onomástica se me pasó dedicarle unas líneas, cosa que intento subsanar hoy mismo.
La prensa de la época nos dejó constancia de su pasión por la música y en la primera imagen podemos verla con su formación jazzera interpretando el standar Valeriano, ni se te ocurra!

En la segunda instantánea se aprecia su capacidad de concentración en el solo que se marcó con su Hammond en el famoso blues Sacramentarium Leonianum durante su concierto en la basílica que lleva su nombre Santa Cecilia in Trastévere sobre el mismísimo río Tíber, curando la ceguera de los romanos allí presentes, gracias a la poesía de su música.

Bien, pues toda esta intro sirve para fijarnos en la arquitectura que acompaña ambas escenas de las instantáneas (ya sé que no se ve un carajo, pero me entendéis perfectamente) y compararlas con las de esta actuación que la Big Band Piccolo realizó por San Juan de un año de éstos, en los adelaños de la calle del Santo recién citado.


Como fondo de una buena (o incluso mala) música no puede aceptarse semejante arquitectura. Ya sabéis, se trata de la plaza del arbolito (la primera foto se donó al MURAC), cuyos límites se pueden apreciar con detalle en las anteriores y siguientes fotos, las de los pobres músicos y las otras realizadas desde las oficinas del ADER, situadas en el Paseo del Espolón, centro neurálgico de Logroño.
Duelen los oídos al ver las imágenes.





La música necesita, entre otras cosas, arquitectura para alcanzar el nivel de poesía, y el que no lo vea es que es un ciego y necesita de los milagros de Santa Cecilia.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Hermanos Fossores

Pensaba yo, que esto del soterramiento consistía en otra cosa, pero la fotografía de Nacho Torra para ADN y el pie de foto me han sacado de mis dudas.
(Si pinchas la foto se ve mejor y con detalle; hoy lo he conseguido)

jueves, 4 de diciembre de 2008

Santo Tomás, apóstol y gordito relleno

Santo Tomás, apóstol es el patrono de jueces, constructores, arquitectos y teólogos (curiosa mezcla). Me interesa como patrono de los míos.

Yo sabía que existían los arquitectos especialistas en edificación y en urbanismo por titulación. Luego por especialización en el mundo laboral conozco los arquitectos funcionarios, peritos, paisajistas, de interior, por cuenta ajena, por cuenta propia, de ong, etc.
También por adjetivos sociales conocía a los arquitectos para firmar, arquitectos con firma de prestigio, incluso arquitectos estrella y alguno estrellado, egoarquitectos, etc (la lista puede ser tan larga como arquitectos titulados)

Pero hoy he aprendido, ya me lo decían de pequeño los hermanos Maristas: a la cama no te irás..., gracias a una perla encontrada dentro de la maraña atolondrante mediática, que también existen los arquitectos a punto de caramelo.

La primicia nos la ha facilitado nuestro alcalde Tomás Santos y Santo Tomás apóstol y gordito relleno, será el patrono de esta nueva especialidad de la profesión.
Nos deja además, la pista de que el arquitecto golosote, es hombre, porque si no hubiera declarado que "está a punto de nieve"

¡Ver para creer!

Santa Maravillas

El otro día se habló mucho de Santa Maravillas. Que si Bono tal, que si Mariano cuál, que si es igualita que Zaplana, que si bla bla bla. La maraña mediática con la que nos quieren adormecer con su zumbido atolondrado.
Pero como ahora pintan Santos, pues me lío con la Santa de turno informativo por doble motivo.

El primero porque una de mis sobrinas luce este nombre desde hace 21 primaveras, a la cual mando un beso desde este, su blog.
El segundo es más arquitectónico. Uno de mis edificios favoritos es la ampliación del colegio Maravillas que realizó Alejandro de la Sota en Madrid en 1961.
Sí, se trata de uno de aquellos edificios que se proyectaban y reflexionaban con herramientas actualmente despreciadas, un lapicero, la mano alzada y papel de croquis.
Cómo aquella sección variablemente deliciosa solucionaba de un trazo y porrazo el complejo programa. Una maqueta física recreaba lo reflexionado para llegar tras una atenta dirección de obra, el disfrute real de los alumnos de un espacio eternamente sencillo, complejo y sobre todo bello, fundamentado en buenos ingredientes: composición, construcción, materiales, color, sabio manejo de la luz , crítica-reflexión, forma y función, desarrollando la idea del proyecto; todos ellos muy bien cocinados, a lápiz lento.

Algún domingo compro Pasajes de arquitectura, como pasaje de entretenimiento dominical, y juro por Santa Maravillas que me parece todo un fa(rqu)st-food, indigesto, a la par que ligerito y sin chicha que mascar, eso sí, con un packaging de pieles muy a la moda, con unas muy rendersuales (incluso renderxuales) infografías, con las que el empacho está asegurado. Al acabar de ojearla, me juro no volver a pecar, pero ya se sabe que a estos productos les echan sustancias adictivas, y a los meses, ofendo de nuevo.

Y solo me queda reconocer (yo que soy quinto del gimnasio) que me he hecho mayor, vaya, que me siento del siglo pasado viendo estas cosas.

Sin embargo, miro al Maravillas, y el cabrito de él sigue tan lozano y bello como mi sobrina Maravillas.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

San Jazzvier

Hace tiempo escribí una columna sobre jazz, arquitectura y humo de tabaco (elhAll 81) donde intentaba descubrir qué faltaba para llegar a la perfección de cualquier pequeño concierto de jazz. Parecía que todos los elementos funcionaban bien a excepción del uso de tabaco y de la ingesta de cañas, prohibidos en aquel local.

Ahora, de un tiempo a esta parte, incluso con tabaco (demasiado en alguna ocasión) y cañas de por medio, me falta uno de aquellos factores, fundamental, el del sonido, ese que en aquel concierto manejaba el personaje del fondo de la sala de forma anónima consiguiendo esa magia.

Y lo que es peor, no volveremos a escucharlo, con la sutileza de su oido jazzero curtido a base de recorrer los trastes de su Fender bass.


Nos la has jugado, canajazz. Pero celebraremos San Jazzvier en cada concierto que estemos y brindaremos por tus buenos sonidos presentes en nuestra memoria acústica.